Parecía que no iba a llegar nunca, pero sí. Hoy, 21 de junio a las 11:28h
UTC (es decir, 13:28h hora española) comienza, ¡por fin!, el verano.

En estos últimos días de mal tiempo, principalmente en el Norte donde no ha cesado de llover, y con estas temperaturas tan frescas, parecía que volvíamos al otoño en lugar de estar a mediados de junio. Pero todas las previsiones indican que el verano llegará a todas y cada una de las regiones españolas. Asomará el sol, brillará durante todo el día como si quisiera decirnos “¡Eh! ¡Que estoy aquí!”, y podremos disfrutar de sus rayos y de temperaturas que irán recuperándose poco a poco y se acercarán a valores más típicos de la época del año en la que estamos.
¿Hará mucho calor?
Se espera que durante los últimos días de junio las temperaturas suban de manera generalizada. Serán ya las habituales del verano en el norte y oeste de la Península; aunque en el este, hacia el Mediterráneo, podrían ser ligeramente más bajos de lo normal, pero siempre manteniéndose en valores agradables.
La primera quincena de julio se presenta estable y con temperaturas típicas del mes, similares a las de años anteriores, bastante altas en el sur de la Península y algo más suaves en el norte, en el Cantábrico. El potente anticiclón de las Azores continuará ejerciendo su influencia, lo que es sinónimo de buen tiempo y mucho sol, salvo en el extremo norte donde seguirá entrando algo de nubosidad por el Cantábrico, arrastrada por vientos de componente norte, y que podrá dejar algunos chubascos (lo cual no deja de ser habitual en esa zona de la península en la época en la que estamos). El calor acumulado en la superficie favorecerá la formación de nubes de desarrollo en zonas altas del interior peninsular, como los sistemas Ibérico y Central, sin descartar que pueda escaparse alguna tormenta, algo que también es habitual durante el verano.
Durante el resto del mes de julio y para los siguientes meses de agosto y septiembre el modelo a largo plazo
ECMWF (
European Centre for Medium-Range Weather Forecasts) prevé bastante más calor que otros años (entre 1º C y 2º C más de lo normal) en casi todo el país, pero en especial en el centro de la península. Es posible que en Galicia, Cantábrico y en las regiones costeras del Mediterráneo, este ascenso sea menor, en torno a 1º C más, solamente.
¿Qué hay de las lluvias?
Se espera un final de junio más seco de lo normal, en especial en el norte.
Julio, por otra parte, se presenta muy similar a otros años. Sin embargo, los modelos a largo plazo señalan que en el sureste peninsular y en los Pirineos es probable que haya algunos días más húmedos de lo normal por estas fechas, principalmente en los primeros días del mes. Durante el resto de los días, la situación será más estable y parecida a la de años atrás, predominando el ambiente seco y soleado.
El resto del verano, incluyendo agosto y septiembre, se prevé no solo más caluroso de lo normal sino también más seco que en otras ocasiones, de nuevo basándonos en el modelo
ECMWF mencionado antes. Se esperan pocas lluvias (menos que otros años), salvo en el noreste peninsular, donde todo indica que la previsión de lluvias será la habitual en esta época del año.
¿Y qué podemos decir de la mar?

Las previsiones indican que la temperatura de nuestros mares, tanto en aguas del Atlántico como en el Cantábrico y el Mediterráneo, serán también mayores de lo normal, alrededor de 1º C más altas. Esto favorecerá que, a finales de verano y en la zona de Levante, los vientos del este puedan arrastrar todo ese calor húmedo del mar y provoquen fuertes precipitaciones.
En el archipiélago Balear, la temperatura del mar no subirá tanto.
En resumen…
Parece que, en prácticamente todo el país, tendremos un verano más caluroso que los que hemos tenido años atrás, aunque se notará principalmente en el centro de la Península. Y en cuanto a las lluvias, habrá menos de las habituales; salvo en el noreste, donde se aprecian variaciones con respecto a otros años.
¡Que tengáis un buen verano!
autora: Beatriz Gigosos
editora: Inma Luque